Una noche al tratar de salir apresuradamente de mi casa, quise encontrar algo sobre mi escritorio que yo sabía debía estar, en mi prisa no quise encender la luz de mi lámpara, y me fue imposible encontrar aquello que yo necesitaba; me vi forzado a encender la luz y rápidamente encontrá aquello que yo tanto buscaba, estuve siempre tan cerca de encontrarlo en la oscuridad, pero no lo logré. Pensando en esto Dios me regaló los siguientes versos que quiero compartir con ustedes.
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